La Matria, el cuerpo como territorio
El concepto de "matria" es una construcción teórica importante para los feminismos contemporáneos. Implica reconocer al propio cuerpo como primer y principal territorio político y asumir que el conocimiento es siempre situado. También conlleva poner en valor a todas nuestras antepasadas, silenciadas en los relatos históricos dominantes en un intento por ocultar su participación social, política, comunitaria, económica y dejarnos así con escasas referencias para estudiar el pasado y construir nuestra identidad.
El lenguaje es uno de los terrenos donde más batallas se libran. En la disputa por nombrar el mundo desde nuestra perspectiva y autonombrarnos, las mujeres hemos aprendido mucho y por eso estamos siempre inventando y resignificando palabras.
El término “patria” tiene la misma etimología que “patriarcado” y por lo tanto sólo hace referencia a los “padres”, es decir, a los varones como hacedores protagonistas de los procesos históricos, como sujetos privilegiados de la existencia. Entonces, con sólo nombrarlos a ellos, se supone, se estaría nombrando a toda la humanidad. “Matria”, en cambio, tiene el propósito de expresar que también nosotras tenemos una tradición histórica que se evidencia en el poder social que las mujeres de las culturas antiguas y originarias tenían para el desarrollo de sus comunidades.
La idea de saberes situados tiene el objetivo de desnudar relaciones de poder y hacer explícito que no hay producción de conocimiento desligada de subjetividad, descorporizada o desterritorializada. Por eso la matria es el lugar desde el cual se discute el discurso histórico androcéntrico, misógino y racista en el cual nos hemos alfabetizado.
Cuando las feministas decimos que ni nuestro cuerpo ni nuestro territorio son objeto de conquista, estamos poniendo el eje de la crítica en la práctica violenta –capitalista y patriarcal– de invadir, penetrar y saquear territorios-cuerpos al expropiarlos de su soberanía, explotar sus riquezas, convertir a las mujeres en objetos de intercambio comercial.
Este proceso no termina con la consolidación de la conquista de Nuestroamérica, sino que tiene su manifestación cotidiana cuando las empresas multinacionales destruyen territorios y despojan a sus comunidades de los bienes para la subsistencia diaria, en los conflictos armados, en las luchas por el agua y otros recursos naturales, en la trata de personas con fines de explotación sexual donde se atraviesan fronteras, vendiendo y comprando mujeres y niñas.
El territorio-cuerpo es la herramienta con la cual resistimos la dominación patriarcal, nos organizamos y desarrollamos estrategias de supervivencia en contextos donde la violencia contra las mujeres es la pauta diaria. Matria también es un llamado a la acción, al encuentro con otras mujeres, a reconocernos en un espacio y tiempo determinados.
La idea de matria latinoamericana marca claramente un territorio geográfico, político y corporal en el que habitamos y al cual pretendemos transformar en la defensa de nuestra soberanía.
Esta nota fue publicada en Unidiversidad el 18 de diciembre de 2016
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